El Libro del Camino. Etapa 1: Roncesvalles – Pamplona

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El Libro del Camino. Etapa 1: Roncesvalles – Pamplona

A las 7.30 salen los primeros de Madrid para las 8.15 recogernos en Alcalá y partir para iniciar el camino.

En el autobús se presentan los guías que nos acompañarán estos días: Jesús y Fernando, mientras iniciamos la ruta nos dan algunos consejos prácticos y pautas de comportamiento, también nos narran la historia del camino y los lugares emblemáticos por los que andaremos y que visitaremos.

Después de la parada reglamentaria para reponer fuerzas, visitar la toilette y el obligado descanso del conductor llegamos a Roncesvalles por una sinuosa carretera de montaña rodeados de verde por doquier, ya desde Pamplona veníamos divisando trozos de andadero y veíamos pasar los peregrinos, siluetas rojas, azules, grises …  caminando concentradas en sus pensamientos.

Al llegar a Roncesvalles lo primero restaurarnos con una apetitosa comida para después empezar la visita guiada, el guía nos enseña primero el museo que aunque pequeño cuenta con el famoso tablero de ajedrez de CarloMagno, que ni es tablero de ajedrez ni fue de CarloMagno, sino que es un relicario de Carlos II el malo del siglo XIV, también contemplamos una enorme esmeralda que el rey Sancho el fuerte arrebató a Miramamolín en la batalla de Las Navas de Tolosa, en una vitrina entre otras muchas joyas tienen una corona de oro perlas y piedras preciosas donativo de las cofradías de la virgen de Roncesvalles por los años 60 del pasado siglo.

Contemplamos también el evangelio donde aún juran el cargo los priores de la Colegiata. Con esto un tríptico flamenco (con un emperador Carlos V un poco ridiculizado en la pintura) y un cuadro de la virgen con el niño y S. Juanito obra del Divino Morales salimos del museo para ver el Silo de Carlomagno (y es que por estos lugares todo tiene que ver con Roldán y Carlomagno) ya que al parecer por estos parajes los Vascones emboscaron y vencieron a la retaguardia del ejército franco en retirada hacia Francia y en esta escaramuza además de múltiples franceses murió Roldán (uno de los caballeros más importantes) así que volviendo al Silo (que no es silo como entendemos aquí almacén de grano), sino zulo o gruta donde al parecer Carlomagno enterró en una fosa común sus compatriotas muertos, nos cuenta el guía que los arqueólogos no han llegado a la cata de ese tiempo pues en fechas posteriores el lugar se siguió usando como lugar de enterramiento de los múltiples peregrinos que morían ya víctimas de los bandoleros, las condiciones extremas o por enfermedades. Y allí a través de un hueco se ve el amasijo de huesos y calaveras de los muchos peregrinos que fueron quedando en el camino.

El Silo es también el cementerio del pueblo donde ya en sepulturas debidamente identificadas descansan los difuntos del pueblo y los religiosos de la Colegiata. Con la visita a la iglesia románica y la Colegiata que tiene la imagen de la virgen de Roncesvalles en gótico francés realizada en madera de cedro cubierta de plata, en este templo todas las tardes se oficia la misa del peregrino que da el pistoletazo de salida a la peregrinación del camino Francés, pasamos a continuación a la sala capitular donde yace enterrado Sancho el Fuerte, a destacar de la escultura de la lápida el tamaño enorme (pues al parecer el rey medía dos metros y pico) y otra rareza que tiene las piernas cruzadas, según el guía en alusión a que el rey participó en las cruzadas. Salimos al exterior para vernos sumergidos en la niebla que ha ido adueñándose del pueblo, pasamos a sellar nuestra credencial e iniciamos la ruta andando, tres kilómetros hasta Burguete por el bosque de las brujas, un precioso paseo entre hayas que apenas dejan penetrar la luz.

En Burguete nos espera el autobús para hacer una parada en Zubiri y pasar por el puente de la Rabia (puente medieval que tenía la propiedad que quien lo cruzaba tres veces sanaba de esa enfermedad), otra versión habla que había que bañarse en el Arga que pasa por sus pies, pero ninguno quiere hacer la prueba, así que aunque nada rabiosos volvemos al bus y ahora sí a Pamplona a alojarnos y descansar que el día ha sido largo y lleno de vivencias.

Mary Poisón