El primer madrugón del viaje tuvo lugar el día 6 de noviembre y con la sonrisa en los labios, un grupo de 41 personas pertenecientes a la asociación AUDEMA de Alcalá de Henares (Madrid), emprendimos viaje desde el aeropuerto de Barajas hacia la isla de La Palma, la isla bonita, en las afortunadas Islas Canarias.

Perfecto el vuelo en horario y tranquilidad, así que tres horas más tarde, nos dieron la bienvenida el chófer del autobús (guagua) que nos haría el traslado hasta el Hotel Taburiente Playa y también Jaime Coello, de profesión y adoración: vulcanólogo.

Tras tomar posesión de nuestras habitaciones en el hotel, de disfrutar de las vistas marinas de sus terrazas y de coger fuerzas con la comida del buffet, emprendimos la primera ruta del programa visitando el mirador de la Concepción y el santuario de la Virgen de las Nieves, patrona de la isla, y con un buen recibimiento de lluvia y vientos alisios canarios.

Durante la estancia pudimos disfrutar de hermosos paisajes que llenaban constantemente nuestros ojos. De caminatas por recorridos que, a algunos, les  hacían replantear si seguían a Jaime o esperaban en el bus. Pero en general, el grupo siempre demostró que el estereotipo de las personas mayores, no va con nosotros.

En el siguiente enlace podéis ver la galería del viaje:

https://photos.app.goo.gl/mx2Tf3fP1EYwxaor7

Disfrutamos del Mirador de la Cumbrecita, balcón natural situado al final de un valle estrecho en pleno centro de La Palma, y no tanto, de las fuertes rachas de viento en la subida a La Laguna, aunque mereció la pena poder ver, como a vista de pájaro, el impactante desastre que ocasionó, hace unos meses, el volcán Tajogaite (uno de los nombres con el que lo conocen los lugareños y que se encuentra en el municipio de El Paso). Barrios arrasados por las coladas de lava que despidió desde su cráter. Coladas de oscuras y enormes altitudes que han cambiado el paisaje de la zona, incluso en su caída al mar.

A lo largo de nuestra estancia, el itinerario cultural continuó por lugares tan emblemáticos como la Caldera de Taburiente,  Biosfera de las Islas Canarias y situado en el corazón de la isla. Enorme depresión de origen volcánico, se encuentra flanqueada por grandes desniveles, recordando la forma de un gran cráter. También visitamos en nuestro periplo volcánico, el famoso Teneguía, en el municipio de  Fuencaliente y cuya erupción se ocasionó en 1971.

Recorrimos el Parque Natural de Las Nieves con su bosque de Los Tilos, siendo este uno de los bosques de laurisilva más importantes del archipiélago canario. Se encuentra en el municipio de San Andrés y también está declarado Reserva de la Biosfera. 

Tuvimos tiempo de pasear por Los Llanos de Aridane, motor económico de la isla con su industria basada en el turismo y el plátano; por Fuencaliente, reserva natural volcánica y protegida por las altas figuras de Cumbre Vieja; por Santa Cruz de La Palma, la capital de la isla, cuyo Centro Histórico está declarado BIC y en cuyos edificios se puede disfrutar de la típica arquitectura canaria.

Ha sido un viaje en el que hemos disfrutado de la gastronomía local (el gofio, las papas, el pescado, los diversos mojos y sus quesos, exclusivamente hechos con leche de cabra). No ha faltado tiempo para las compras, incluida la adquisición de algunos puros, durante la visita realizada al Museo del Puro Canario y en donde se nos hizo una demostración de cómo se elabora un puro a mano.

Es difícil abreviar esta crónica, pero termino dando las gracias a Jaime Coello por habernos guiado durante nuestra estancia en La Palma y por enseñarnos que los antiguos habitantes fueron los benahoaritas o avaritas, por hablarnos del aprovechamiento local del agua; de la diversidad y en muchos casos, exclusividad, de su fauna (cabras, palomas turqué y rabiche e innumerables invertebrados) y de su flora  (tiles, laureles, brezos, helechos gigantes, madroños, pino canario y el típico drago y su palmera amiga). 

Tuvimos un chófer, callado pero gran profesional, que nos transmitió tranquilidad en carreteras que no daban mucha confianza por sus barrancos. En el otro extremo, el sentido del humor y la profesionalidad de Jaime nos acompañaron en todo momento, así que desde esta crónica les mando a los dos, unas enormes ¡GRACIAS! 

Elisa Nuez Patiño
(Responsable del grupo y presidenta de AUDEMA)