Os envío mi reseña sobre la última novela, que hemos tenido el placer de leer y comentar, en nuestro taller de lectura de AUDEMA.

“La Hoja Roja cuyo autor es el insigne académico Miguel Delibes.

La Hoja Roja

Magnífica novela de Miguel Delibes en la que nos narra con gran humanismo, la historia del viejo Eloy, un funcionario que se encuentra atrapado en su vida cotidiana.

El viejo Eloy, repite continuamente “ a mí ya me ha salido la hoja roja”
La hoja roja que recuerda al fumador, el inminente fin de su librito.
Esta hoja roja en la que Eloy nos manifiesta, que se va apagando su vida.
Delibes trata la muerte como cotidianidad de la vida y nos muestra ,el olor de la vejez como irremediable.

El anciano Eloy se seca una y otra vez la punta de la nariz con su pañuelo blanco ,para eliminar, el moco líquido e inoportuno, pero está vivo, aún respira.

El otro gran personaje de la novela es Desi, su asistenta analfabeta, que por un salario de cuarenta duros, vive ofreciéndole  su compañía, sin apenas entender sus manías. La mayor ilusión de Desi a sus veinte años, es casarse con Picaza un mozo de su pueblo de sangre caliente.

Eloy acaba de perder a Isaías, su mejor amigo; también perdió a su esposa y sus dos hijos. Uno falleció y el otro lo pierde de corazón, por la distancia y el egoísmo. Solo cuenta con la cálida compañía,  que le ofrece su asistenta.
La soledad de ambos personajes, ha llevado a Eloy ,a realizar una propuesta de matrimonio de conveniencia , a su fiel asistenta,  con el fin de de buscar un beneficio común: compañía para Eloy y una pensión de viudedad para ella.

Al final de la obra, resuenan las palabras de Eloy en lo que se nos presenta, como un enlace matrimonial, humano y real “tendrás estorbo por poco tiempo hija, a mí me ha salido ya la hoja en en el librillo del papel de fumar”.

El dramatismo de la obra , y el desamparo de sus personajes, podría hacernos pensar, en una novela triste, pero se palpa la sencillez y el humor de lo cotidiano, en la figura de Eloy, y la frescura en Desi, su asistenta analfabeta.

Un cordial saludo de: María de los Ángeles Romero Fraile.